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La piel de patata se ha convertido en un auténtico manjar para los paladares más exquisitos
Ingredientes:
Esta receta está pensada para cuatro comensales.
- Tres o cuatro patatas nuevas grandes,
- aceite de oliva virgen extra,
- sal,
- 100 gramos de queso de oveja curado,
- 70 gramos de jamón ibérico cortado en dados
orégano.
Elaboración de la receta:
En primer lugar, tendréis que precalentar el horno a 200 grados centígrados con calor arriba y abajo.
Mientras se calienta, lavad las patatas enteras con piel incluida. Para llevar a cabo esta receta es recomendable utilizar patatas nuevas o del año.
Una vez lavadas y secadas, deberéis cortar cada una de las patatas por la mitad de forma vertical y cada una de las piezas debe volver a ser cortada por la mitad. Así lograréis cuatro cuartos de cada patata.
Ahora tendréis que cortar la parte de la patata que no esté en contacto directo con la piel. Deberéis pelar la patata dejándole aproximadamente respecto a la piel, pues será la base principal de vuestra receta.
Tras depositar la pulpa de patata retirada en un bol con agua fría, cubriréis con papel vegetal la bandeja del horno. Después tendréis que colocar las pieles de patata y hornear durante cuarenta minutos.
Cuando termine este proceso, tan solo tendréis que retirar la bandeja del horno, condimentar las patatas con aceite de oliva virgen extra y sal y dejarlas con la piel hacia arriba. Después deberéis hornear de nuevo durante un cuarto de hora, colocando la bandeja a la altura media.
Al finalizar esta acción, el siguiente paso es rallar el queso de oveja y mezclarlo junto a los daditos de jamón ibérico de bellota d.o. Guijuelo. En el momento en el que la piel de la patata y la pulpa esté tierna deberéis proceder a la retirada de la bandeja del horno para repartir el jamón y el queso por la superficie de las pieles de patata.
Finalmente, tendréis que volver a meter en el horno la piel de patata, ahora con la piel hacia abajo, después de haberle echado un ligero toque de orégano. Tened en cuenta que la bandeja debe estar en una altura cercana al grill para que el queso pueda fundirse y dorarse, un proceso que tardará entre cinco y diez minutos.
Elaboración de la receta
En primer lugar, tendréis que precalentar el horno a 200 grados centígrados con calor arriba y abajo. Mientras se calienta, lavad las patatas enteras con piel incluida. Para llevar a cabo esta receta es recomendable utilizar patatas nuevas o del año.
Una vez lavadas y secadas, deberéis cortar cada una de las patatas por la mitad de forma vertical y cada una de las piezas debe volver a ser cortada por la mitad. Así lograréis cuatro cuartos de cada patata.
Ahora tendréis que cortar la parte de la patata que no esté en contacto directo con la piel. Deberéis pelar la patata dejándole aproximadamente respecto a la piel, pues será la base principal de vuestra receta.
Tras depositar la pulpa de patata retirada en un bol con agua fría, cubriréis con papel vegetal la bandeja del horno. Después tendréis que colocar las pieles de patata y hornear durante cuarenta minutos.
Piel de patata asada con jamón ibérico de bellota de GuijueloCuando termine este proceso, tan solo tendréis que retirar la bandeja del horno, condimentar las patatas con aceite de oliva virgen extra y sal y dejarlas con la piel hacia arriba. Después deberéis hornear de nuevo durante un cuarto de hora, colocando la bandeja a la altura media.
Al finalizar esta acción, el siguiente paso es rallar el queso de oveja y mezclarlo junto a los daditos de jamón ibérico de bellota Guijuelo. En el momento en el que la piel de la patata y la pulpa esté tierna deberéis proceder a la retirada de la bandeja del horno para repartir el jamón y el queso por la superficie de las pieles de patata.
Finalmente, tendréis que volver a meter en el horno la piel de patata, ahora con la piel hacia abajo, después de haberle echado un ligero toque de orégano. Tened en cuenta que la bandeja debe estar en una altura cercana al grill para que el queso pueda fundirse y dorarse, un proceso que tardará entre cinco y diez minutos.